domingo, 5 de junio de 2011

Pedido n° 4

Queridisima: voy a pecar de copiona y le voy a pedir un relato de 300 palabras sobre algo que suceda en el subte, entre las estaciones Constitución y San Juan. Que involucre un perro, un paraguas y un autito de juguete.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Pedido n° 3

El pedido n° 3 iba a ser la reescritura de la reseña, pero (¡oh, Señor, gracias por los peros!) le voy a solicitar que, más allá de que no los postee, escriba las instrucciones para editar sus poemas. Es decir, orden, titulo, más no sea tentantivo, de la obra, aclaraciones y acotaciones que quiera hacer, solicitudes y todo el montón de etcéteras que se le ocurra.

Lo que si le voy a pedir es que de los escritos ya publicados los revise y les haga una corrección ortografica y de puntuación.

Fecha de presentación: 15 de mayo

miércoles, 13 de abril de 2011

Navidad en el mar


Tenía 4 o 5 años, no más, probablemente menos. Nos fuimos al mar. Ya no importa el nombre del pueblo, solo me acuerdo de él sus calles polvorientas, sus casas chatas, su aspecto de abandonado que, supongo, tiene todos los pueblos de la costa en diciembre. Sobre todo uno que de turístico no tenía ni el nombre.

Y en medio de ese pueblo casi olvidado, de esa nada que se veía en todos lados, de esas calles y casa cenicientas, de esa playa inmensamente vacía, la navidad. Navidad fuera de casa, fuera de las cosas habituales y cotidianas, nunca tan lejos como esa vez de todo lo que daba seguridad y refugio en un momento como la navidad, donde me siento más sola que nunca, más aislada de todo lo que me rodea.

Ni siquiera había un arbolito para que Papa Noel ponga los regalos debajo. Pintamos adornos en papel y se los colgamos a una planta de maceta que había en la casa. ¿Qué me trajo esa vez? No me acuerdo, no importa tampoco. ¿Sabía yo la verdad de todo el asunto? No sé, ni siquiera me acuerdo de cuando lo supe en realidad. Capaz nunca me importó quién dejaba los regalos ahí. Seguramente porque nunca me interesó o nunca terminé de entender por qué lo hacía.

Pasaron muchos años hasta que volví a tener una navidad fuera de casa.

Pasaron muchos más y no he vuelto a ese pueblo. Probablemente no exista ya.

jueves, 7 de abril de 2011

Pedido n° 2

Escriba una critica sobre alguna pelicula que haya visto. Haga una breve reseña, destaque fortalezas y debilidades del guion, la puesta en escena, los actores y la direccion (puede trae a colacion otras obras del director para comparar).

Fecha de entrega: 20/04

domingo, 20 de marzo de 2011

Orsai- Vanguardia Siglo XXI

Concepto de vanguardia y surgimiento de las vanguardias artísticas
El término vanguardia proviene del léxico militar y es la parte de una fuerza armada que va delante del cuerpo principal. Por extensión, se lo utilizó para denominar a la avanzada de un grupo o movimiento ideológico, político, literario, artístico y fue Saint-Simon quien lo usó, por primera vez, en el ámbito de la política, hacia el final de la Revolución Francesa.

Si bien durante el siglo xix ya se lo utilizaba en el ámbito artístico, fue en el comienzo del siglo xx que se empezó a aplicar a los movimientos y escuelas que buscaban innovación en la producción artística y buscaban reinventar el arte, confrontando a los movimientos anteriores y se aplicó a un conjunto de prácticas sociales y de obras literarias y artísticas.

A principios del siglo xx hubo una intersección de diversas coyunturas que permitieron el surgimiento de estos movimientos:

Por un lado, un campo (en el sentido bourdieuano) ya constituido y autónomo de los demás, que posee instituciones dominantes, tanto en la enseñanza como en la circulación de las obras, así como otras instituciones menores, informales, paralelas a las dominantes, que también ponían en juego la legitimación de la obra de arte.

Por el otro, cambios tecnológicos y urbanos que transforman los modos de percepción y circulación y que pusieron en crisis a los medios tradicionales. Estos cambios, sobre todo los tecnológicos, ocasionaron un shock en las experiencias y percepciones, por lo que las vanguardias se apoyaron en ellas, considerándolas una segunda naturaleza. Había necesidad de lo nuevo por el agotamiento de lo que ofrecía lo tradicional. Según W. Benjamin, “la técnica reproductiva desvincula lo reproducido del ámbito de la tradición”, es decir, que se produce una radicalización del uso de las tecnologías en tradiciones fuertemente impuestas y con resistencia a la modernización.

La vanguardia se vincula con momentos de grandes saltos tecnológicos, a la aceleración tecnológico-cultural de la historia, e incorpora entre sus tópicos, sus técnicas y su iconografía no sólo el imaginario sino también los materiales que proporcionan las nuevas tecnologías. La máquina, las comunicaciones, la aceleración técnica, la velocidad, las fábricas, los avances científicos: ese es su imaginario.

Y, por último, un cuestionamiento al estatuto de la obra, de su legitimidad convencional, tradicional. De acuerdo a la Teoría de la vanguardia de Peter Bürger[1], una de las apuestas más fuertes de vanguardia es fusionar el arte con la vida, esto es devolver al arte una función colectiva, más allá de la experiencia individual puramente estética que caracteriza al arte burgués. Superar el divorcio que instaló la Modernidad entre arte y sociedad, la "autonomía", entendida como la pérdida de la función social. En este aspecto, Hans Robert Jauss indica que no se trata de la supresión de la dimensión autonómica del arte, como postulan algunos autores como Bürger, sino de una “ampliación de las fronteras de la experiencia estética y receptiva”; la disolución de la obra dogmática y unitaria ante el pasaje de una “visión tranquila y desinteresada a una participación activa y una interpretación activa, fundadora de sentido”.

Avance o ruptura
Los alcances de este término en el ámbito artístico han suscitado versiones muy diversas entre los historiadores, críticos y teóricos del arte y la literatura, las que básicamente oscilan entre dos grandes bloques. El primero retoma la vieja metáfora militar de "avanzada de un ejército" y entiende los fenómenos vanguardistas como adelantados de la sensibilidad de su época, que producen las obras que llegarán a imponerse (y entenderse) en el futuro.

Hal Foster[2] en El retorno de lo real, encuentra posible ampliar la noción de vanguardia a un fenómeno cultural cuarenta años posterior al que describe Bürger. Se ocupa de enfatizar que algunos de los retornos que se produjeron el la segunda posguerra en materia estética intentaron no meramente restaurar los discursos del pasado que tomaron como modelos sino de desafiar su estatus, su validez, en el presente, por medio de un movimiento doble: buscan reconectarse con un práctica perdida para desconectarse de los procedimientos presentes que ya no los identifican. Es decir, no tanto completar el interrumpido proyecto de las vanguardias históricas, sino comprenderlo por primera vez en su radical sentido crítico. Por ello, Foster los considera orientados de un modo tal a una conciencia crítica de las convenciones artísticas y las condiciones históricas que resulta posible pensarlos en consonancia con el espíritu de las vanguardias históricas.
De esta forma, no reduce a la vanguardia a su sentido histórico sino que hace hincapié en su valor de avanzada respecto de la sensibilidad de su tiempo y de transformación del arte, su receptor y su entorno.

El segundo bloque entiende la vanguardia como ruptura, en tanto sus intervenciones implican un quiebre, una rebelión contra las formas artísticas dominantes, las instituciones, las tradiciones y el gusto hegemónicos. Peter Bürger considera que la clave para definir a los movimientos de vanguardia es que "no se limitan a rechazar un determinado procedimiento artístico, sino el arte de su época en su totalidad, y por lo tanto, verifican una ruptura con la tradición. Sus manifestaciones extremas se dirigen contra la institución arte, tal y como se ha formado en el seno de la sociedad burguesa".
Con un matiz distinto, otros autores entienden la ruptura en términos ya no de quiebre novedoso sino de intensidad en contraste con las tensiones anteriores.

Raymond Williams apunta que si bien lo que indica el término "es un desafío y en definitiva un rechazo violento de la tradición: la insistencia en una clara ruptura con el pasado (...), lo novedoso de la vanguardia es el dinamismo agresivo y la afrenta consciente de los reclamos de liberación y creatividad que, a lo largo de todo el período modernista, se formulaban de hecho mucho más extensamente". El mismo Williams propone que los movimientos vanguardistas deben verse como "una disidencia o una revuelta más que como una vanguardia en el sentido literal".

Siguiendo esta línea, Andrea Giunta[3] indica que las rupturas de la vanguardia no solo se expresan en la subversión del lenguaje artístico, sino también en su enfrentamiento con las instituciones, con el propósito de desmontar las jerarquías e intervenir en las relaciones de poder establecidas. Theodor Adorno, en su Teoría Estética, considera que la categoría de lo nuevo, en tanto ruptura de una tradición, es central para entender todo el arte moderno. Lo que distingue la búsqueda de lo nuevo en la vanguardia de cualquier aplicación precedente es la radicalidad de su ruptura con todo lo que hasta entonces se consideraba vigente.

La clave para definir lo que es o no vanguardia no puede ser un conjunto de procedimientos o rasgos de estilo que caractericen sus producciones artísticas. Más bien, hay que considerar que esa noción es histórica, y que sus alcances tienen que ver con determinados grupos de artistas o artistas individuales, con los modos de intervención por los que optan y con los efectos que provocan (a partir de los recursos más variados y cambiantes) en el medio cultural en el que se inscriben.

Orsai: otra edición es posible
Una primera discusión gira en torno a si puede hablarse de las producciones vanguardistas como "obras de arte". Bürger sostiene que la vanguardia destruye el concepto de obra de arte orgánica o tradicional. Lo cierto es que las "obras" vanguardistas tienen un carácter muy disímil: algunas se sostienen todavía en formatos convencionales (cuadros, poemas), otras son objetos más difíciles de clasificar (ambientes, acciones o provocaciones al público). Para salvar esta dificultad, podría hablarse, en lugar de obra de arte, de manifestación vanguardista, que puede ser una realización que cuente o no con un soporte material.

Dentro de la diversidad de procedimientos usados en las manifestaciones de vanguardia, una clave para entender su distancia con el arte previo, es justamente la exhibición de esos procedimientos. Contra el efecto "sin mediaciones" entre la realidad y la representación de los naturalismos y los realismos, la vanguardia insiste en mostrar los mecanismos y los medios del arte. En palabras de Bürger, la obra de arte tradicional quiere ocultar su carácter de artificio. La obra de vanguardia hace lo contrario: se muestra como artefacto, como producto artístico.

La revista surgió de la idea, y más de las ganas, de dos personas (Hernán Casciari y Christian Basillis) de poder leer una revista con los contenidos que ellos quieren y de la convicción de que se puede hacerlo de un modo diferente a los que el mercado editorial actual propone, cosa posible gracias al conocimiento y uso de la tecnología digital.

Nelly Richard distingue entre vanguardia (arte como articulador de fuerzas de cambio) y posvanguardia (operaciones capaces de alterar y subvertir la lógica del sistema en una escala micro). Es aquí donde podemos clasificar a Orsai, por la alteración, la ruptura con el sistema editorial imperante. La revista Orsai se podría ver como una manifestación posvanguardista, por su modo de producción y relación con el público: es una revista que no tiene publicidad ni sponsor de ningún tipo y, a través de la página web (http://orsai.bitacoras.com/), tiene una comunicación directa con su público, que participó en la discusión sobre el precio de tapa y el modo de distribución.

Si bien ya no se trata de generar un shock en el público, como lo hicieran las manifestaciones de la vanguardia del siglo xx, esa vanguardia siglo xxi pretende manifestarse contra el sistema actual de producción y distribución editorial. Los ejemplares son distribuidos a cualquier lugar del mundo desde donde se los soliciten y ese costo queda a cargo de la revista; el lector solo paga el PVP convenido (el precio variaba por país, tomando como base el precio promedio de un diario del sábado y se lo multiplicó por 15). Además, desde la página, se podía comprar 1 ejemplar o paquetes de 10 y convertirse así en un distribuidor en la zona (los distribuidores también tienen un lugar en la web, ya que están listados para que quienes quieran comprar, puedan hacerlo con ellos directamente y acordar la forma de pago que sea más práctica).

Conclusión
Se la puede tomar como una manifestación vanguardista, neovanguardia o producto de postvanguardia, pero lo que no se puede negar es que la revista Orsai es un producto literario que viene a subvertir el modelo de producción y distribución vigente, que demuestra que es posible trabajar por fuera de la industria tal como esta configurada hoy día.

Si lo vemos desde un punto de vista historicista, es una manifestación vanguardista que cuestiona el estatuto de obra (en este caso literaria) y cuestiona, sobre todo, el estado de la industria editorial y sus instituciones de producción, circulación y legitimación. Si lo vemos desde un punto de vista posicional, Orsai tiene una autonomía mayor a otros productos impresos, ya que no se ve acotado por lo económico ni por algún lineamiento ideológico externo (como pueden tener algunas editoriales y medios gráficos).



[1] Bürger, Peter, Teoría de la vanguardia, Barcelona, Península, 1987
[2] Foster, Hal, “¿Quién le teme a la vanguardia?”, en: El retorno de lo real, Akal, Madrid
[3] Giunta, Andrea, “Arte, sociología del”, en Altamirano, Carlos (comp.) Términos críticos de la sociología de la cultura, Paidos, Buenos Aires 2002

miércoles, 16 de marzo de 2011

Pedido n° 1

En no mas de 3000 caracteres, escribir cuál es tu postura en el debate "que es lo que nos une y si vale la pena luchar por un grupo tan heterogeneo solo porque tiene un lugar de victima en la historia".